Alberto Ruiz-Gallardón, Manuel Cobo y Juan Bravo ya no están en el Ayuntamiento de Madrid. Se han bajado precipitadamente de la diligencia, han soltado las riendas y ha tomado el rumbo de la ciudad Ana Botella, como en ‘Caravana de mujeres’, acompañada de Dancausa, Dolores Navarro y Paz González. Villanueva, de hombre fuerte en el carromato madrileño.
¿Por qué es alcaldesa de Madrid Ana Botella? Porque se ha ido Gallardón. No le demos más vueltas al abuelo que se marea.
¿Por qué es alcaldesa de Madrid Ana Botella? Porque se ha ido Gallardón. No le demos más vueltas al abuelo que se marea.
Cuando falleció con las botas puestas don Enrique Tierno Galván, tomó la batuta municipal Juan Barranco. Pero el poder duró en sus manos lo que un iPad a la puerta de un colegio.
Ya sabemos que se vota una lista. Completa. Quien votó a Gallardón, votó a Botella. Cierto.
Pero, si, por poner un ejemplo, Felipe González hubiese abandonado el barco presidencial, cuando era presidente, llevándose en su tsunami a Alfonso Guerra y a Solana, y hubiese ‘heredado’ el cargo alguien que, además, en vez de aprovechar la totalidad de la materia gris existente en el Gobierno se hubiese traído los cerebros de fuera, ¿qué pensaríamos?
Bienvenidos sean los nuevos concejales-delegados de Madrid; sólo recordarle a la alcaldesa que en la retaguardia de las concejalías de Distrito hay madera para hacer un barco.
Con los tres tenores fuera del Ayuntamiento capitalino se me antoja un Madrid un poco más anodino, apagado y triste.
Feliz Año.