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sábado, 8 de junio de 2013

Jodido carbón

Los Reyes Magos, los fetén, le llevaron al Jesús recién nacido en Belén oro, incienso y mirra. Aquellos generosos señores debían andar hace más de dos siglos con su propia crisis económica, pues en vez de darle al chiquillo más oro, que todo lo comprable lo compra, le colaron de rondón el incienso y la mirra, que nunca he sabido muy bien para qué sirven.

Más recientemente, los magos de Oriente en versión paternal y familiar decidieron que a los niños malos no había que traerles regalos el día 6 de enero sino una paletada de negro carbón. ¡Por pillos!

El carbón siempre se ha aparejado con la escasez energética, con las sociedades rurales, con la suciedad, con la miseria y con el trabajo asfixiante en un profundo pozo o, peor, en un chamizo sin control donde la muerte visita a los obreros de cuando en cuando y se los lleva a dar una vuelta de la que no se vuelve nunca.

Sólo quienes han bajado a las entrañas de la tierra metidos en una jaula de hierro tienen autoridad moral para opinar sobre las penosidades de la minería y, si me apura, sobre su futuro, que se torna negro azabache como la mismísima noche negra.

La minería en Castilla y León está reventando en su propio grisú, ese gas que se ha llevado por delante la vida de unos y los sueños de otros.

No nos andemos por la ramas. La minería del carbón en esta comunidad autónoma y en las otras en las que siguen abiertas explotaciones para la extracción del mineral es antirrentable y antieconómica. Pero, al mismo tiempo, es fuente de energía autóctona, escasa pero propia, y el modo de vida de miles de familias. No son pocos argumentos.

Los gobiernos de todos los signos enchufaron en su día la manguera de los millones de pesetas, entonces, y euros, después, a las cuencas cuando lo que deberían haber hecho fue generar alternativas para un enfermo crónico. Pero no ha fue así.

Ahora, en León, los mineros vuelven a estar en pie de guerra. Esta misma semana recibieron con abucheos a la presidenta de la Diputación provincial, Isabel Carrasco, y a la consejera de Agricultura, Silvia Clemente, que habían acudido a El Bierzo a un acto de promoción de productos locales.

Los árboles, a veces, no dejan ver el bosque. No son Clemente o Carrasco las responsables de la desgracia que acecha a los empleos de los mineros, muchos de los cuales ya no cobran y por ello se ceban con quienes tengan más a mano siempre que se les identifique con el poder polítco.

Ni siquiera el esquivo ministro de Industria, J. M. Soria, es el malo de la película, aunque pudiera parecerlo y ha hecho méritos para ganarse un puesto en el casting.

La minería del carbón va a dar muchos quebraderos de cabeza al Estado. Ya me gustaría poder equivocarme.

P. D. (1) Follón en Caja España-Duero. La deserción de consejeros deja a la altura del betún a los que han ocupado la poltrona mientras las cosas han ido bien. Hay que estar a las duras y a las maduras.

P. D. (2) El jueguecito que algunos se traen con la Central Nuclear de Garoña es absolutamente patético.

P. D. (3) A Óscar López y a Julio Villarrubia les ha dado por deshacer la bicefalia socialista en Castilla y León y ahora van, como Tom y Jerry juntitos a todos los sitios, como si no pasara nada. La unión hace la fuerza y a la fuerza ahorcan.

P. D. (4) Magnífica foto hoy de Lostau en la entrevista a Juan José Mateos, consejero de Educación de la Junta de Castilla y León, que publica Diario de Valladolid.

P. D. (y 5) Experimentos con gaseosa. Los cambios si no te hacen mejor te lastran.

miércoles, 5 de junio de 2013

El Messi de Valladolid

La butaca consistorial de Javier León de la Riva tiene más pretendientes que un príncipe heredero, aunque las monarquías padezcan hoy su propia crisis, en la que no intervienen los mercados sino sus propios actos. Estamos hablando del Ayuntamiento de Valladolid, uno de los grandes de Castilla y León y de España, que rige una ciudad apacible, vivible, paseable y disfrutable como pocas capitales de provincia españolas.

Javier León lleva la intemerata de tiempo haciendo uso del bastón de mando, función que alterna con salidas de pata de banco de cuando en cuando, con apogeos absolutamente impresentables como los deplorables comentarios sobre los morritos de cierta socialista que le sugerían al alcalde al menos una lujuria. Unos tienen un morro que se lo pisan.

De la Riva está profundamente desgastado. Algunos procesos iniciados en los juzgados le han hecho mella y, además, los años no pasan en balde, según dicen los que le conocen en las distancias cortas. Cierto es que la edad, en el municipalismo más puro de nuestra democracia, nunca ha sido un handicap para los candidatos. Ahí queda el recuerdo del que fuera regidor de Madrid, don Enrique Tierno Galván, que peinaba cuidadas canas cuando fue inmortalizado mirándole una teta a Susana Estrada y que murió al pie del cañón habiendo apadrinado La Movida Madrileña, que quedó, así, huérfana de padre, de madre y de perrito que le ladrase.

Alguien parece haber colocado en la carrera sucesoria a la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, que ha cobrado relevancia nacional por sus cojones, con perdón, ante el ministro Cristóbal Montoro. Del Olmo, muy probablemente, se metería en el bote a los vallisoletanos con su discurso transparente y con los lagos azules que remansan en sus enormes ojos. Una mujer al frente del consistorio es siempre un guiño en una sociedad muy marcada por el paternalismo masculino.

También sería un caramelo muy dulce para José Antonio de Santiago-Juárez, consejero de la Presidencia y Portavoz del Gobierno de Juan Vicente Herrera. A De Santiago es probable que no le amargase un dulce que supondría ocupar el lugar político que ya ocupara su padre en la casona de la Plaza Mayor de Valladolid y que pondría una guinda a su recorrido en los cargos públicos.

Nadie sabe, llegado el caso, el papel que podría jugar la mano derecha de De la Riva, Mercedes Cantalapiedra, o los que acechan a que uno caiga para revender el ajuar.

De la Riva tiene, con todo, la sartén por el mango, ya que le avala la apisonadora electoral que le ha encumbrado legislatura tras legislatura, y no hay mayor argumento para agarrarse al poder que poner sobre la mesa los podios obtenidos bajo el dorsal del Partido Popular. Y ahí, Javier León de la Riva es el Messi de Campo Grande.





domingo, 2 de junio de 2013

Puro, barriga y chistera

La cultura popular no suele equivocarse. A los ladrones los visualiza con misterioso antifaz y cerradísima barba de dos días; a las princesas las viste recatadas y angelicales, con virginales labios rojos; a las brujas malvadas las adorna con verrugas en la nariz, peludas y purulentas, y las pinta una sonrisa desdentada y grotesca; a los mafiosos, los enfunda en camisas negras coronadas por corbatas blancas y flores en el ojal; y a los empresarios, que es a donde quería llegar, los plasma con purazo caribeño en la boca, barriga prominente, esférica y flácida y chistera negra tapando la sesera. Vamos, como el muñeco del monopoly. Tal cual.

La calle afirma que los empresarios, a veces, algunas veces, descienden de limusinas inmensas en cuyo interior es posible jugar al pádel o al teto, al tiempo que se apoyan en innecesarios bastones de madera noble con cabeza de plata y punta de oro.

De cuándo en cuándo, además, dejan asomar, como antaño los tratantes de ganado, cilíndricos fajos de verdes billetes de dólar en sus elegantes smokings que conjuntan a la perfección con sus relucientes botines de charol que claquetean en el parqué.

A Juan Rosell, presidente de los empresarios de España, no le gusta que el populacho les identifique a él y a su lobby con un opíparo personaje barrigón que da caladas a un inmenso habano y se cubre la testa para que no se le escapen las ideas ni los dineros.

Rosell es un tipo listo. Ingenioso y rápido. Tiene la mente despejada y lanza cargas de profundidad cada vez que abre la boca. En el II Foro de EL MUNDO de Castilla y León, el Pep Guardiola de la CEOE soltó cuatro frescas al público, llegando a pedir la industrialización de la Sanidad y la fiscalización de la Educación, que nos cuesta un huevo de pato para que, en su opinión,los frutos se los lleve la tironera Angela Merkel, que va a impulsar Alemania gracias al currelo intelectual de los ingenieros españoles que huyen como alma que lleva el diablo para no sucumbir al hachazo implacable del paro o al ochocientoseurismo.

Rosell es un provocador empresarial. Mira las cosas desde la óptica del resultado económico y sentencia en función del Ebitda. Y no todo se mide con cinta métrica ni se pesa con báscula. De ahí que su propuesta de industrializar la salud de las personas haya sentado mal o muy mal en tierras castellanas y leonesas.

Vamos, que lo que Rosell quiere es que los hospitales pongan algo así como unas mini-vías de alta velocidad en los pasillos para que los pacientes vayan de la habitación al quirófano a toda leche sin intervención del factor humano (celadores al carajo). Lo que quiere Rosell es que una vez en la sala de operaciones un robot alimentado por energía nuclear valore al enfermo y, sin sentimentalismos, repare al interfecto o interfecta o lo pasaporte a otra vida si sus sensores y programas no ven muy claro el futuro de la cobaya. (Al garete enfermeras, anestesistas, cirujanos, instrumentistas y la guapita de cara de la gasita blanca que le secaba las gotas de sudor al doctor Marcus Welby).

La industrialización sanitaria en Castilla y León, de aplicarse, cerraría centros hospitalarios y consultorios que sean ineficientes o que gasten más de la cuenta atendiendo a viejecillos que roban oxígeno, cobran pensiones y sólo dan disgustos a sus familias poniéndose enfermos cuando más jode: en vacaciones, los puentes, los aniversarios, el día que tenemos un polvo apalabrado...

Joder, Rosell, ya podías haber venido antes a esta región y nos habrías evitado muchas discusiones sobre agendas de población, ordenación territorial y lucha de poderes. Porque sin paisanos, esto puede ser un gran negocio. Seguro que el presidente Herrera está dispuesto a vallar todo el perímetro autonómico, y cobrar peaje al que se quiera tomar un vino de Ribera, picar una tapita de ibéricos, disfrutar del románico palentino, de la cecina de León, de los torreznillos de Soria, de la morcillita de Burgos, del cochinillo segoviano, de las yemas de Santa Teresa, merendarse con los ojos Zamora, degustar unos espárragos de Tudela...

Rosell, la pela es la pela. ¿No? Así que, del mismo modo, al tripón enchisterado y fumón que no dé buenos resultados económicos y cree empleo pues le hacemos un lobotomía y le alistamos en una legión de muertos vivientes que nos recuerden con su presencia que el que la hace, la paga.

P. D. (1) JM Nieto ocupa un espacio de papel en Abc en el que destripa con guante blanco, y con humor, a la sociedad española. Un grande aún más grande. Valor y al toro, maestro.

P. D. (2) Llevo una corbata rosa en el alma, una pluma en el bolsillo, un dibujo en el corazón, unas maravillosas fotos en mis retinas, una máquina de escribir en mis manos y un mensaje en mi voz: 'Sed felices mientras sea posible'. Amén.

P. D. (y 3) Mañana sentará futuros y matará incertidumbres. Sólo hay algo más inquietante que desconocer el porvenir, y es que otro te lo prepare.