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sábado, 10 de diciembre de 2011

Fútbol, esa droga

El fútbol es droga potente al alcance de mayores y niños. Echan un Madrid-Barça y se para el país.

Franco ya descubrió en su día el ‘opio del pueblo’ y se lo administraba en altas dosis a los españoles para que no pensasen ni en su presente ni en su pasado ni en su futuro.

Al ‘lavado de cerebro’ se sumaban los toros, tipos jugándose la vida entre los pitones de un morlaco ensangrentado. El albero tiraba mucho en la España franquista; mucha españolidad, pasodobles y brindis a la autoridad.

Ahora somos más de fútbol; también de tenis, con el monstruo Nadal; el baloncesto… Deporte contra la depresión; juegos y sueños para evadirse de la crisis, de nuestros mediocres políticos y de que cinco millones de personas no tienen trabajo.

Por suerte, hay fútbol: un Madrid-Barça a la semana y nos olvidamos de todos nuestros males. Aunque ellos (los males) sigan allí.

martes, 6 de diciembre de 2011

Las neumáticas Pirelli

A mí, Pirelli me huele a neumático, a goma, a recauchutado… Me trae a la mente pinchazos, perdidas de aire, inflados y desinflados.
Veo en elmundo.es una información de ‘Yo dona’ sobre un calendario en el que salen mujeres en pelotas sin ningún michelín. Carne de fémina fetén para solaz y disfrute de machos.
Se trata, supongo, de que el almanaque te levante el día cada día que te levantas; luego te devuelve a tu lugar.
Allí salen Kate Moss, Natasha Poly, Isabeli Fontana, Lara Stone, Milla Jovovich, Margareth Madè, Rinko Kikuchi… y así hasta doce.
Somos una sociedad curiosa. Protegemos, como es obligación y deber, la integridad de las mujeres; nos enervamos ante la violencia de género, naturalmente; las mujeres, y los hombres, defienden los derechos de las primeras sobre los de los segundos…
De la misma manera, babeamos mirando a estas modelos desnudas; comerciamos con el género femenino (un par de tetas siempre venden, y si son 24 no te digo); ellas se prestan al espectáculo y los espectadores escrutamos el ‘material’…
Lo que más me sorprende es que las mujeres monten en cólera, con razón, por publicidad que denigra al ‘sexo débil’ y pasen por alto catálogos para pajilleros.

P.D. El reportaje al que aludo ocupa el número 1 de los 10 más vistos en la página web de ‘Yo dona’.

P.D. Hago la defensa feminista en ausencia de otras críticas sobre el tema, como en su día Fernando Arrabal defendió a la Virgen María ante un auditorio, adoptando un papel que no le correspondía necesariamente.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Miserias periodísticas

La que se ha montado con la oferta de pagar a una periodista 0,75 euros por artículo de 800 caracteres. Twitter se ha incendiado.

La oferta merece análisis. Es la prueba de cómo valoran algunas ¿empresas periodísticas? el trabajo en la profesión. Gran culpa es nuestra, que hemos devaluado nuestro oficio.

La información termina siendo de uso público, pero conseguirla no es gratis. Requiere del esfuerzo de muchos en su elaboración y presentación, ya sea en papel o en formato digital, que a fin de cuentas sale de una estructura de periodismo de papel.

La sanidad también es de uso público, pero no es gratis; otra cosa es que la paguen las administraciones, pero no es gratis. Con la información pasa algo parecido.

P. D. Este artículo tiene exactamente 800 caracteres. ¿Dónde entregan los 0,75 euros?

Okupando cerebros

Estoy un poco apurado de efectivo. La crisis nos tiene a todos atenazados. Pero he encontrado varias soluciones que aplicaré de inmediato para poder salir adelante:

1.- Dejaré de pagar mi hipoteca. Cuando los del banco y el juzgado vengan a desalojarme llamaré a las brigadas antidasahucio. Con suerte, aplazarán mi salida. Así gano tiempo entre que las cosas mejoran.

2.- También barajo la opción de poner en alquiler mi casa y, con el dinero de la renta, abonar religiosamente la hipoteca. ¿Qué dónde viviré? Eso no es problema. Okuparé algún pisito desocupado o me sumaré a los grupos que colonizan inmuebles en desuso.

Claro está que esto son sólo hipótesis irrealizables. Nos hemos dado un modelo de sociedad en el que la propiedad privada es un bien protegido. Esa circunstancia no puede ser vulnerada por personas que, bajo argumentaciones sociales de todo tipo, infringen las normativas vigentes.

Apoyo la creación de inmuebles o casas culturales populares, donde sean los propios vecinos los que enseñen a otros tareas, idiomas… Con los permisos correspondientes de los propietarios legales de los inmuebles y con ayudas y respaldo municipal.

Una vez que un inmueble se okupa, si se desaloja parece que es la sociedad, en uso de sus legítimos derechos, la que está vulnerando la libertad de otros.

Okupa que algo queda.

domingo, 4 de diciembre de 2011

La Infanta, Urdangarin y otros líos de postín

Aprovechados, vividores, jetas, lameculos y sinvergüenzas siempre han rodeado a las monarquías de todo el mundo. Y a las repúblicas y las dictaduras, dirá alguno. Cierto; para usted la perra chica.

Los cruces matrimoniales entre sangres azules para mantener en su sitio las coronas han funcionado en las realezas. No sé si con ello las dinastías se han poblado de príncipes y princesas más listos, pero sí más duraderos en tronos y aledaños.

Los reyes siempre, o casi siempre, se han casado por interés. Los príncipes o princesas y las infantas o infantes, también. Esa norma endogámica no se ha cumplido entre los hijos de Don Juan Carlos.

Don Felipe se ha unido a una periodista divorciada; Doña Elena, a un aristócrata con el que acabó rompiendo; y Doña Cristina con un jugador de balonmano que parece que se mueve mejor en los despachos y los bancos que en la cancha deportiva.

Urdangarin ha empujado a la Corona a la crisis más grave desde la reinstauración de la monarquía por Franco, que le pasó el poder a Don Juanito; el mismo que ahora luce un ojo a la funerala.

El Rey no puede ni debe guardar silencio en este caso. Bastantes dudas genera la institución monárquica en algunos sectores de la sociedad española como para que se mire para otro lado en La Zarzuela a ver si escampa. Porque no va a escampar. Hace un frío que pela y lo que viene será peor.

La infanta Doña Cristina tampoco puede sonreír y saludar con la manita como si no estuviese pasando nada. En lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad…

Hay que garantizar la presunción de inocencia. Yo la amparo. Pero si el yerno del Rey y su hija menor son inocentes, que expliquen lo sucedido y se pongan a disposición de la justicia. Ahora bien, si son culpables de enriquecerse usando a la Corona, que ofrezcan sus cabezas en bandeja y sean juzgados como cualquier ciudadano.

Cada vez, la familia real tiene más difícil eso de la fotografía navideña que acompaña las felicitaciones a sus súbditos.

Don Juan Carlos podría tachar de la lista a Doña Elena y parentela, para que su presencia no traiga recuerdos del señor Marichalar, el de la capa draculiana.

También podría dejar fuera a Don Felipe y a Doña Letizia, bajo el argumento de que ya tienen edad como para felicitar la Navidad solitos junto a sus dos infantitas.

Lógicamente, dejaría en la cuneta a Doña Cristina y Don Iñaki, salvo que aceptasen salir con los ojos pixelados para que no se les reconozca, cosa poco probable.

El mismo monarca se vetaría a sí mismo, para evita dar esa imagen a caballo entre un presentador de CQC y Steve Wonder que luce desde el último trompazo.

Y, ya puestos, lo mismo le prohíbe también a Doña Sofía hacer el crisma, para no dejar en evidencia al resto de la familia por su ausencia.

Tal y como están las cosas, lo mejor y más prudente es que no haya felicitación navideña. Que en tiempos de crisis, se la ahorren.