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martes, 3 de enero de 2012

'Público', con las botas puestas

En su día, vi cómo cerraba el diario 'Pueblo'. Ese vespertino, término que hoy suena a milonga, tenía ascensores-montacargas a los que te subías en marcha. ¡Eso era periodismo de riesgo...! Si te descuidabas te pegabas una leche. Fui poco, a intentar colocar colaboraciones sin demasiado éxito. En su última etapa recurrió a sacar a una tía en pelotas en la última página para comprobar eso de que dos tetas tiran más que dos carretas, descubriendo que, en este caso, las carretas tiraban más.

En su día vi cerrar un proyecto cooperativo que lanzó a los quioscos un diario de izquierdas. Creo recordar que se llamaba 'La República'. Tenía como uno de sus lemas algo así como 'las noticias que los demás tiran a la papelera nosotros las publicamos'. Su vida fue efímera.

En su día vi morir al diario 'Ya'. Al histórico diario 'Ya'. Hubo más 'Yas', que ya fueron otra historia.

En su día vi cómo se iba al garete el periódico sensacionalista 'Claro', una experiencia de la prensa alemana que no cuajó por estos lares y que tuvo casi tantos directores como meses de vida.

En su día vi apagarse al diario El Sol. Regalaban muchos libros a costa de fondo editorial. Dejó de brillar en poco tiempo.

En su día vi echar el cierre a 'Diario 16', el periódico en el que nací profesionalmente y del que salí para fundar, con más periodistas 'del dieciséis' a las órdenes de Pedro J. Ramírez, EL MUNDO. La agonía de 'Diario 16' fue dura. Hoy hay un grupo en Facebook que reúne a ex del periódico. Ese espíritu, de alguna forma, sigue vivo. Al menos en la nostalgia.

Ha habido más cierres de periódicos en la reciente historia de España. Por desgracia, muchos más. Unos los vi y la gran mayoría, no.

Cada vez que cierra un periódico cierra algo más que un diario. La aventura de la Prensa es, a veces, un camino sin retorno; un campo al que se va a luchar por informar y se muere metafóricamente con el bolígrafo y la libreta en las manos (ahora, con el iPad y el índice estirado).

'Público' ha anunciado concurso de acreedores. Mala señal. La sombra del cierre sobrevuela otra vez los pliegos de papel embadurnados de tinta. El grifo del dinero ha dejado de soltar euros.

¿A quién le importa que 160 periodistas puedan perder sus puestos de trabajo en un país con casi cinco millones de parados?

Mañana compraré 'Público'. Y animo a los demás a hacer lo mismo.

Mientras hay noticias hay esperanza.

2 comentarios:

  1. Y no sólo es Público, La Voz de Asturias le acompaña en ese futuro incierto, un periódico que ha sufrido dos EREs en los últimos años. Así que suma otro medio centenar de puestos amenazados ... Además de un indefinido número de daños colaterales, entre ellos, yo. Qué manera de empezar el año.

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  2. Cierto, me olvidé de apuntar el caso de La Voz. Yo también siento los daños colaterales. Hablamos. Besos.

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